El proyecto evalúa las principales barreras a la adopción a gran escala del vehículo eléctrico: el Total Cost of Ownership (TCO) del vehículo eléctrico y la reducida autonomía y el prolongado tiempo de recarga del vehículo eléctrico.
Se proponen diferentes planes con el objetivo de reducir la diferencia en el TCO a corto plazo, como incentivos directos a la compra de vehículos eléctricos, aumentar los Impuestos Especiales sobre Hidrocarburos o imponer un IVA reducido para vehículos eléctricos. Por otro lado, se propone la introducción de incentivos a la instalación de puntos de recarga, así como la implantación de una infraestructura de recarga rápida a nivel nacional. Igualmente se propone la homogeneización regulatoria a nivel estatal de los incentivos no monetarios (preferencia de aparcamiento, etc.), estableciendo incentivos mínimos a implementar por los distintos municipios.