Un estudio de la Universidad de Michigan expone que la adicción a la propiedad de automóviles en Estados Unidos puede ser más difícil de romper de lo que predicen los servicios de movilidad. Disminuir la propiedad de automóviles individuales tendría innumerables beneficios sociales, desde menores emisiones hasta la liberación del espacio urbano, pero la visión de las empresas en torno al car sharing excede en optimismo a los resultados obtenidos.
A study carried out by the University of Michigan states that the addiction to car ownership in the United States may be more difficult to break than the mobility services predict. Decreasing the ownership of individual cars would have innumerable social benefits, from lower emissions to the liberation of urban space, but the results obtained show that companies are being much optimistic about car sharing.