El sector energético está sufriendo importantes cambios, que no sólo están afectando a la forma en la que generamos la energía, sino que involucran los consumidores. Se pretende que en esta nueva transición energética el consumidor se convierta en un agente activo más y una gran forma de hacerlo es a través de los recursos distribuidos que pueden instalar. Uno de estos recursos distribuidos son los coches eléctricos con una batería capaz de almacenar energía. Las baterías de estos vehículos podrían proporcionar beneficios varios a la red y los usuarios, entre ellos, la reducción de la volatilidad de precios gracias a la capacidad de almacenar energía barata para cubrir necesidades en periodos de precios más altos. En este proyecto se analizan diferentes escenarios en función de las señales de precios, comprobando en que casos es mñas eficiente y se incentiva el consumo en horas valle.